El cielo está triste,
la luna se queja
y adonde mire
hay una nube negra.
Pero aún así,
vi tu mirada
y pronto comprendí
que no me dejarías en la nada.
Porque a pesar de todo,
siempre estarás conmigo
en los momentos más tontos
y en los que el destino
me deja en el lodo
y en el olvido...
Pero tu sigues sin más,
alentándome a seguir
y te digo ahora,
gracias a ti, puedo sonreír.
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