decides refugiarte en su mirada, sin saber que de ahí a un paso estarás perdid@, lo miras, y sin dudar más, cuelgas tus brazos sobre su cuello, la respiración es acelerada, puedes sentir que ambos están nerviosos pero también decididos; te acercas un poco más y chocas torpemente su nariz con la de él/ella, sonríes un poco nervios@, rozas tus labios con los de él/ella... y de allí sólo te dejas llevar... te separas un poco de él/ella, l@ miras de nuevo, y ahora... ¿vale la pena? ¿es el indicad@?
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