Y los dejas hacerte lo que quieran contigo, ya que en el fondo de tu corazón, crees que realmente no vales nada, y que lo menos que ellos pueden hacer por ti, es pisotearte.
Y en algún momento, descubres la verdad, ellos no son unos gigantes y tu no una hormiga; no son unos expertos, y tu no eres un idiota que no hace nada bien; tienen un talón de Aquiles y tu eres vigoros@; son predecibles y tu tienes cosas interesantes qué decir; no son invencibles y tu no eres tan frágil; y simplemente, ellos tienen sus debilidades, y tu, tus fortalezas.
Porque a pesar de todo, todos tienen una debilidad, todos pueden caer y llorar, todos se pueden cansar y simplemente enojar, todos se pueden deprimir y luego caer...
Porque podemos fingir ser fuertes, pero no podemos engañarnos a nosotros mismos, no podemos forzar una sonrisa para siempre, no podemos ocultar las lagrimas después de un tiempo, no podemos callar un grito, no podemos encerrar un corazón, y no puedes creer que los demás son fuertes, mientras tu no, porque éso puede ser tan patético como un gigante subestimándose a sí mismo, cuando él es fuerte y tiene todas las posibilidades de brillar, justo como tu... Porque si quieres, y lo intentas, tu puedes brillar tanto o más que los demás...
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