Miedo a la oscuridad, miedo a los insectos, miedo a sufrir, miedo a enamorarse, miedo a las personas, miedo a ciertos animales, miedo a la sangre, miedo a la muerte, miedo de ser insignificante, miedo de ser olvidado, miedo al rechazo, miedo a la soledad, miedo a las alturas... en fin, lo que sea; pero al final, si piensas, no hay un sólo momento de tu vida, donde realmente estés preparado para todo, y no temas lo que pueda pasar... Y el miedo es bueno en cierta forma, te vuelve un más cauteloso y hasta sensato, te vuelve vulnerable, con lo cual muchas personas pueden controlarte, pero sobre todo, te vuelve más humano.
El temor parece entrar en ti, saca a deslumbrar tus debilidades, parece manejarte y te limita a hacer algunas cosas.
Pero si lo miras de cierto modo, todos esos temores, son inútiles, no tienen sentido, es verdad que hay muchos peligros, es verdad que vas a sufrir demasiado, es verdad que muchas personas te rechazarán, es verdad que en algún momento estarás solo, es verdad que morirás, es verdad miles de cosas; pero no por ello, debes apartarte y dejar destruirte por dentro a causa de tus debilidades, ya que en cierta forma, siempre llegas a exagerar los miedos, y subestimarse a ti mismo.
Por otro lado, el temor se encuentra en todas partes, y tal vez es porque éste en infundido en todas las sociedades, y lo digo de forma tanto política, económica, social y personalmente; y es que el temor parece estar de moda, y se transmite entre todas las personas, en diferentes aspectos.
Pero el temor es bueno hasta cierto punto; porque a pesar de todo, en algún momento nos tendremos que enfrentar a nuestros miedos, y de allí, ya depende de lo que hagas y lo que sacrifiques, para poder superarlo, y ser más fuerte...
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