Y tal vez, realmente lo haces porque temes qué pueda pasar si no tienes un plan, porque sientes la necesidad de tener todo en control... o al menos, crees que un plan pondrá todo en control, cuando en realidad, sólo finge todo está bien, y que nada imprevisto pasará.
Pero, ¿qué pasará cuando cuando planeas hablar con alguien, y ella no te responde como tu esperabas?, ¿te frustrarás e intentarás construir rápidamente un nuevo plan que ésta vez será perfecto, y que de nuevo te haga sentir que tienes el control de la situación?
La cuestión, no es que el plan sea perfecto o no; tampoco es de tener diversos planes según la situación. Porque realmente no existe un plan perfecto, y te aseguro, que planear cada instante de tu vida, hará que realmente, nada tenga sentido, ya que será monótono, algo que tu querías que pasará, y que aunque te hará sentir segur@, era algo esperado, algo por lo que no te arriesgaste para lograrlo.
La cuestión, es que aunque los planes te hacen sentir seguro por un momento, al final, nunca saldrán como lo esperabas, y si así es, no será nada agradable cuando logres lo que querías... Ya que, las cosas, más hermosas y alegres, son por las que tu te arriesgaste; por las que cuando nada salía como lo esperabas, en vez de que crear un nuevo plan, simplemente, fuiste tu; por las que dejaste a un lado, esa sensación de control, ya que entendiste que, en realidad, ésta no existe; por las que sacrificaste un todo, sin importar nada; por las que lloraste por los malos momentos; y finalmente, por las que te levantaste, sin ningún plan en mente, excepto, en actuar espontáneamente, en ser sólo tu.
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