¿Por qué no puedo ser invisible y nada más?, ¿por qué deben llamar mi nombre y miles de miradas parecen posarse en mi?
Miles de miradas que buscan una reacción de mi parte; miles de miradas que tienen sus pensamientos reservados sobre mi; miles de miradas que esperan que diga algo; miles de miradas que parecen escrutarme al más íntimo y profundo lugar de mi ser; miles de miradas que tienen sus miles bocas, que disparan en mi dirección; miles de miradas que inconscientemente forman parte de una obra, sí, aquella llamada vida, en la cual todos quieren ser el personaje principal, pero sólo son personajes secundarios que dan paso a algo mucho más mayor que todavía no aparece, que actúan al son de una canción, que se escucha sin parar; miles de miradas que se entrelazan entre sí, en miles de caminos, y en los cuáles me encuentro yo, que parezco ser parte también de la obra,
que involuntariamente con sus silencios, forma parte del drama; y todo esto es eso: una obra de teatro, donde todos a veces deben fingir, para proteger unos secretos, los cuáles son obligatorios tener, para lograr un buen e inolvidable espectáculo, porque ellos saben que el show debe continuar...
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